Nuevos nano-dispositivos que pueden soportar condiciones extremas
Miembros del Stanford XLab están creando nano-dispositivos que pueden soportar las lluvias ácidas en Venus, la radiación en el espacio y el calor de los motores de los automóviles
Venus esconde una superficie caliente cubierta de lluvias de ácido sulfúrico. A 480 grados centígrados, la atmósfera del planeta freiría cualquiera de los aparatos electrónicos actuales, lo que representaría un desafío para los científicos que esperan estudiar este ambiente extremo.
Los investigadores del Laboratorio de Microsistemas del Medio Ambiente Extremo de Stanford, o el XLab, tienen actualmente la misión para conquistar estas condiciones. Mediante el desarrollo de la electrónica resistente al calor, la corrosión y la radiación, con la que esperan llegar a lugares extremos en el universo - incluyendo la Tierra, por supuesto.
Un obstáculo para estudiar los ambientes extremos es el calor. Los semiconductores basados en silicio, que alimentan nuestros teléfonos inteligentes y portátiles, dejan de funcionar a unos 300 grados, las partes metálicas comienzan a fundirse en los semiconductores vecinos y no conducen la electricidad de manera eficiente.
Aun cuando el espacio es una frontera emocionante, el interés en la comprensión de los motores de automóviles al principio alimentó esta investigación. Dentro de un motor, las temperaturas alcanzan hasta los 1000 grados, y la superficie externa de un pistón es de 600 grados. La tecnología actual para monitorizar y optimizar el rendimiento del motor no puede soportar este calor, lo cual introduce errores porque los dispositivos de medición tienen que colocarse lejos de los pistones.
La electrónica diseñada para sobrevivir a las intensas condiciones de espacio podría colocarse junto a los pistones del motor para controlar directamente el rendimiento y mejorar la eficiencia.
