El teletrabajo podría afectar negativamente la salud mental de las mujeres
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La pandemia sanitaria COVID-19 supuso un crecimiento exponencial del teletrabajo que afectó especialmente a las mujeres, que tenían que conciliar trabajo y cuidados durante los confinamientos. Esta situación se ha analizado en los últimos dos años de forma recurrente desde un punto de vista económico y social. Con la perspectiva que da el paso del tiempo, ahora ha llegado el momento de conocer qué consecuencias ha tenido y aún tiene para la población activa, afirma Mireia Del Pozo, presidenta del Centro de Estudios de las Mujeres de Europa (CEDE).
“La necesidad de buscar el equilibro entre vida laboral y familiar ha afectado definitivamente más a la población femenina que a los hombres”, declara Del Pozo, que denuncia que su bienestar se ve gravemente afectado por situaciones como las provocadas por la pandemia: “las mujeres reportan más casos de ansiedad que los hombres. También se muestran más preocupadas por sus familias y por la economía del hogar”.
Según datos publicados este mismo año por el Parlamento Europeo, el aumento del teletrabajo y sus efectos en la conciliación laboral y familiar ha afectado a la salud mental de las mujeres. De hecho, cuando las empresas enviaban a sus empleados a teletrabajar, fueron más mujeres que hombres las que tuvieron que trabajar desde casa (un 13% frente a un 11,2%). En el caso de personas que teletrabajaban a tiempo completo con niños pequeños en casa, más del 27% de las mujeres mostraron dificultades para concentrarse, frente al 19% de los hombres. “En otras palabras, las mujeres siguen teniendo más responsabilidades familiares que los hombres”, denuncia la presidenta del CEDE.